24 de Febrero del 2012.
Melanie & Nahuel.

18 sept 2012

Estás delante de los apuntes leyendo, pero tu mente te traiciona y acaba pensando en otros asuntos, asuntos que no tienen nada que ver con la asignatura. Prendes la computadora para así poder jugar a aquel juego al que te has viciado los últimos días y a ver si así al menos, dejas de ponerte nerviosa. Dejas el chat del facebook abierto y alguien te habla. Es un amigo tuyo. Un amigo con el que has superado mil y una discusiones fuertes en las que lo pasabas fatal, terminaste por casi mandarlo a la mierda. No lo hiciste por sabe Dios qué razón y ahora, pensándolo bien, te ha enseñado que simplemente él estaba pasando una mala época, de la cual ambos habían aprendido. Te pregunta cómo estás, le respondes "bien" automáticamente, ya sin pensar en cómo estás realmente. Sonríes, como si nada pasara. El resto de la conversación intentas aparentar que estás bien, después de unas cuantas veces hasta te sale natural, a veces hasta te llegas a creer que realmente estás bien, que eres feliz, que no tienes problemas... Que todo va como tiene que ir. Él no se da cuenta, tampoco se lo contas. No sabe nada de todo esto y es mejor así, piensas. Te paras a pensar en tus quiero y tus tengo, la lista de quiero dobla a la de tengo. Y ahora, que lo has perdido, todavía más. Te preguntas si todo esto es normal o si la rara sos vos. Dijiste que no te ibas a culpabilizar nunca más de problemas en los que no tuvieras la culpa, pero piensas "quizás la culpa de todo esto sea, en gran parte, mía". Si esto no es la primera vez que te pasa, será por algo. Te planteas varios quizas, quizases que nadie entendería y que tampoco te apetece pronunciar, mucho menos escribir. Terminas por jugar con el doble sentido y terminas contándoselo a alguien "estoy enojada y decepcionada conmigo misma", pero no lo entienden. No entienden qué significa para ti estar enojada y qué significa decepcionarte. Decepción, ¡qué palabra tan chica y cuánto duele! Pero qué más da. Sería reconocer el problema y vos no estás segura de que realmente sea un problema. Quizás sea algo más simple, un problemita. Lo más seguro es que la culpa de todo esto, la tienes vos, vos y tu manera de autodestruirte, a vos y a los que te rodean... Y no lo haces queriendo, pero lo haces de una manera tan inconsciente que ni siquiera te das cuenta.  

¿Y el resto? O no lo sabe o lo sabe, no le importa y no hace nada para poder sacarte de toda esta mierda. Pero, déjalos, que así están mejor y al fin y al cabo vos llevas tanto tiempo así que hasta te das tú igual.