Dicen que es normal tener algún día que otro en el que estás off. Dicen que incluso es saludable. Yo lo único que sé es que me canso. Me canso de fingir una sonrisa ante el mundo, una sonrisa que todos se creen. Me canso de que mi mirada se pierda entre el vacío y que huya a otra realidad. Otra realidad creada por mí, donde están mis locuras y cada uno de mis sueños, mis deseos, mis recuerdos... Una realidad donde estoy yo y solo yo. Me canso de esconder mi mirada cuando alguien me pregunta qué si soy feliz, que cómo estoy, que si todo me va bien. Y es que ella cuenta todo lo que me pasa. Cuenta todo aquello que yo trato de ignorar, de evadir... Todo aquello que escondo en lo más hondo de mi corazón y que prefiero que nadie sepa. Ni siquiera las personas que más me importan... El temor a que me juzguen está siempre presente, pero nadie lo sabe. Y a veces no es cuestión de que no quieras que lo sepan, a veces es cuestión de que no encuentras las palabras, que no sabes por donde empezar... Que no sabes expresar lo que sentís. ¿Realmente me ponen límites o me limito yo misma?
No lo sé. No sé que me pasa. No sé porque este afán de ser perfecta. No
entiendo esta agonía por no serlo. Ni siquiera entiendo mis miedos.
Esos miedos que me atan y me empujan contra la pared, que me hacen darme
un golpe tras otro. Y otro. Y otro... Hasta que me quedo atontada y sin
saber hacia a donde ir. Que debería aceptarme, que ya lo sé, que nadie
es perfecto, ¡que también lo sé! Pero es tan fácil decirlo... Y a veces
me olvido de como hacerlo. «Se irán», me repite mi subconsciente. No seré nada para nadie nunca. No lograré hacer feliz a alguien. Igual incluso le estoy haciendo perder el tiempo. ¿Sabes lo que sería eso para mí? Un tormento. No me lo perdonaría. Miles de «¿Y si...?» pasan por mi cabeza en cuanto echo de menos, en cuanto el autoestima baja un poco. Si ni siquiera yo, que llevo toda la vida conviviendo conmigo misma, he conseguido quererme, tenerme un mínimo de cariño, ¿quién lo va a hacer? Nadie. Si ni yo misma aguanto toda esta mierda, ¿quién la va a aguantar? Es que yo si fuera otra persona también me iría... Sería lo más lógico. Y ya no es solo eso... Es que hay cosas que no están hechas para mí, aunque todo el mundo se crea que sí.
Lo único que sé es que me canso.
Y me canso demasiado. Y con demasiada frecuencia.