Dame una hoja y un papel, y te escribiré todo lo que pase por mi mente, mis miedos, mis ilusiones rotas, hasta mis emociones. Todo, absolutamente todo te lo escribiré. Llegarás a leerme hasta tal punto, en el que te sentirás en mi propia piel, no te preocupes, caerán las lágrimas de tus ojos si eres sensible y sentirás ese dolor punzante en tu corazón si todo lo que lees, hace un tiempo, lo sufriste. Hoy puedo escribirte los versos más tristes y mañana darte las alas y pasa mañana robártelas. Escribo para liberar mi alma, para sentirme viva, para aclarar todo aquello que no encaja en mi vida o para mentir, para contar todo aquello que de éste mundo me aniquila cada día. Orgullosa y sensible, adolescente, para la mayoría incomprensible. Escribo todo aquello que me atrevo, a veces a contar y la mayoría de las veces, escribo para soñar un poco más. Pero realmente escribo para sentir la libertad. Si, esa de la que muchos hablan, pero que pocos han podido llegar.
Y como muchos dicen… Siento, luego existo.