Verte ahí, en ese maldito lugar en el que solamente te puedo dejar flores, en lugar de abrazos, me parte el alma. Todavía no lo puedo creer. Todavía no entiendo cómo fue que te fuiste de acá sin dejarme algún tipo de explicación. Todavía no te tenías que ir, abuelo; te quedaba tiempo por vivir conmigo... Te faltaba el día en el que yo te diga "vas a ser bisabuelo por segunda vez...", te faltaba el día que te diga: "abuelo, él es mi novio..." Te faltaba mucho por recorrer en éste mundo, muchísimo.
No sé de dónde sacar fuerzas para "aceptar" de alguna u otra manera que te fuiste y que ya no te voy a poder ver más. Extraño el tono de tu voz, extraño que me retes, extraño que me digas "aunque seas una loca, te amo hija..." no te imaginas cuánto te extraño. Cada día es eterno si no te tengo a mi lado. Me falta una parte de mi vida, me falta una parte de mi corazón, me falta mi mitad, mi complemento de toda la vida, me falta mi compañero de la cancha, me falta ese hombre loco que no paraba de contarme chistes (malisimos) pero yo me reía por el simple hecho de que vos te alegres con verme feliz a mi.
Primer super clásico sin vos, para mi, ese partido no fue nada. No estabas conmigo para decirme "que putos que son hija, los odio..." . No estabas para tranquilizarme cuando ellos hacían un gol, no estabas para agarrarme la mano y decirme "recién empieza, tranquila", no estabas loco, no estabas.
Sé que esto no lo vas a leer, pero perdón si te fallé o te decepcioné, perdón. Te extraño.