Cree un río con mis lágrimas derramadas por el efecto de un corazón roto, pero quédate tranquilo que no volverá a salir ni una sola lágrima más, hoy decido decir adiós y ésta vez es para siempre. Ya no será un “hasta pronto”, hoy es un “hasta nunca”, un verdadero adiós. Jamás podré decir que lo nuestro fue en vano, aprendí a querer, aprendí a caer aprendí a ser fuerte, aprendí a diferenciar entre los que me quieren y entre los que juegan conmigo. Quizás te cansaste de mi, quizás nunca fui lo suficiente, quizás conseguiste algo mejor, eso definitivamente no lo se, pero si se que en algún momento te hice feliz, y se que no será fácil encontrar a alguien que te ame tanto como yo lo hice. No voy a mentir y no voy a decir que en ésta relación siempre fui feliz, tengo que decir que sufrí más de la cuenta, más de lo que esperaba, pero ni vos ni tus palabras volverán a ser el motivo de mis lágrimas. No es el final que esperaba, pero creo que decir adiós es lo mejor, nunca entenderé el motivo ¿yo fallé? ¿qué fue lo que hice mal?. Se que ahora la herida duele, pero encontré algo mejor, algo que me haga bien, encontraré esos brazos y otros besos, otras caricias y otra compañía para sentirme querida de verdad, alguien que te reemplace, pero alguien que sin duda me sepa valorar, alguien que no me vuelva a lastimar. Gracias por haber sido en algún momento la persona a la que más amé, a la que le di lo mejor de mi, gracias por enseñarme tantas cosas, pero estoy segura de que estaré bien. Por ahí esto nos sirvió a los dos para darnos cuenta de que nuestro camino era otro, y con alguien más. Como ya te dije, no voy a mentir y así como también sufrí, hubo momentos en los que fui feliz y por eso no me arrepiento porque en su momento sonreí a tu lado, también te agradezco por eso, pero por suerte pude darme cuenta que mi camino y quizás el tuyo también era otro. Gracias por ser un error más lindo, gracias por hacerme abrir los ojos, ahora voy a estar más atenta a no caer devuelta con la misma piedra.